Carlos Gorriarena (Buenos Aires, 1925 – 2007)

14 septiembre 2024

Carlos Gorriarena (Buenos Aires, 1925 – 2007)
Pintor. Conocido como Gorri.

Entrevista realizada el 23 de abril de 1998,  a las 15 hs, en su estudio del Pasaje San Lorenzo, Buenos Aires.

Almorzamos en un bar de la zona y luego regresamos a su taller a charlar. Hablamos largo rato sobre corridas de toros (yo en ese época vivía en Madrid) reconociendo su desconocimiento de las lidia taurina (pero su admiración por el torero y el toro) lo que convertía nuestra charla en imágenes descriptas en pensamientos visuales, oro y púrpura con brocha, y recuerdos suyos cuando presenció la vuelta de Dominguín al ruedo.

En un determinado momento me dijo, “vamos a lo tuyo”.

Mientras lo fotografiaba, le pregunté qué sentía y si tenía ganas de decir algo sobre el retrato.

Uno siempre está acostumbrado a la otra cosa ¿no? de mirar al otro lado de la barrera ¿no? y es muy difícil definir lo que se siente, es como si hubiera un interés por uno, muy particular que no es el interés que uno siente en la vida, digamos, de los otros hacia uno. Hay intereses de muy distinto orden, este es un interés [el retrato] al que uno no está acostumbrado. Eso es un retrato, ¿no? No porque sea exactamente parecido ¿no?

Yo he visto algunos retratos muy lindos, supongo que (en el caso de Victorica)  supongo que Victorica debería captar bien al otro, supongo… habría que ver que pensaría el otro, ¿no? el modelo, pero supongo que si. Un artista muy intuitivo, ¿no?

Hay un autorretrato maravilloso de Courbet con el pelo así, ¿no? ése es muy hermoso [supongo que se refirió al autorretrato de juventud, en el que se pintó con pipa].

 

De los últimas cosas que vi, digamos, que tengo más presente… también otro retrato de Lucian Freud… tremendo pintor, una especie de bestia… Bacon es amable al lado de Lucian Freud. A mí con Bacon lo que me ocurrió, me ocurrió una cosa muy extraña, yo vi lo que tiene el MOMA que es excelente, está ese trabajo célebre que es una especie de crucifixión con el paraguas, eso es de cuando tenía cuarenta y cinco años, y después vi obra en el Pompidou y la del Pompidou me impresionaron menos. Me pregunté porqué, y yo llegué a una conclusión, yo no se si, viste, uno objetiviza y de pronto que lo que objetiviza es falso ¿no? intenta objetivar, …sentía la manera, en los del Pompidou ¿no? se ponía antes el modo en el que estaban hecho, …no sé.   Una es que esté envejecido intelectualmente y comience a copiarse a sí mismo, pero la otra, es que hace treinta años atrás era un tipo que vivía con muchas culpas una serie de cosas de su personalidad: que era homosexual, que era pichicatero, que era borracho… hoy le aplauden todo eso y lo que constituyó, digamos, el núcleo central de esa expresión, se ha ido a la mierda.

 

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